lunes, 4 de enero de 2010

Retomando ideas

Pues bien, ya en el 2010, lejana parece aquella entrada que escribí el 30 de Diciembre, pero claro, eso era el 2009...Cómo no va a quedar lejana, bueno dejémonos de chiste fáciles y malos cabe destacar... Pretendo continuar con mi proyecto, y como lo prometido es deuda, aquí voy a intentar haceros una idea de lo que para mí supuso el tabaco, espero no aburriros:

Como espero que entendais, me es bastante díficil expresaros a todos vosotros / as, algunos amigos, otros conocidos, todos compañeros, pero bueno voy a intentar haceros lo mejor posible un dibujo escrito de las sensaciones que el tabaco despertó en mí y lo que para mí supuso.

Yo, un crío con 15 añitos, con mucha ilusión por la vida, volvía como cada tarde en mi autobús 561 que me traía del Cerro del Espino tras el entrenamiento con mi equipo. La mayoría de las tardes me iba a casa, pero otras tantas me quedaba un rato en el famoso Parque de las Cruces de Carabanchel.
Nunca olvidaré aquel fatídico día que entre risas y cantos di la calada que truncó todos mis sueños. Lo hice como un juego, porque todos lo hacían, yo me creía capaz de hacerlo y dejarlo siempre que quisiera. Poco a poco me dí cuenta de que no era tan fuerte como creía.
Aquellas tardes en las que tras el entrenome iba a casa fueron disminuyendo, a la vez que crecían las horas de cesped, bancos, cigarrillos, en definitiva, parque.
Luego era consciente de que no actuaba de la manera correcta, me acostaba y el mundo se me venía encima. Yo quería ser futbolista, lo tenía todo, jugaba en el Atlético de Madrid, el equipo de mis amores, infinidad de cigarrillos los que en alguno de mis arrebatos rompía por la mitad, pero luego, volvía a comprar y a fumar.
Un día al regresar del parque con mi macuto del entreno en el hombro, allí estaba mi madre en el salón, esperandome,realmente no me había descubierto ese día, pero ese día me lo hizo saber, lo que ocurrió en el salón de mi casa quedará por siempre en secreto de sumario entre ella y yo, pero decidí dejar de fumar, jamás me volvería a encender un cigarro...¡ERROR! volví a fumar, y lo peor, a decepcionarme.
Lo peor estaba por llegar, Lydia, mi ex novia, siempre había estado a mi lado intentando ayudarme, pero un día eso cambió, me dio un ultimatum, o dejaba el tabaco o ella a mi, yo estaba hundido, la situación me desbordaba y creí de nuevo que ese era el fin del cigarro.
Se lo prometí mil veces, ella confió en mí, y yo volví a fallar, otra vez más, aunque no quisiera, volvía a fallar a una persona importante en mi vida, ella me descubrió in fraganti "piti" en mano y me dejó, cierto es que yo no le doy toda la culpa al tabaco, pero uno de los motivos fue ese. Ahora sí que estaba en un aprieto.
Todo eran complicaciones, pero seguía fumando, pero sin duda, casualidades de la vida que había fallado ya varias veces a personas importantes y sobretodo a mí, pero el fútbol amigos mios, el fútbol era mucho fútbol, y ese fue uno d elos palos más duros que me llevado en la vida, aún recuerdo el día en que el entrenador nos reunió en círculo y dijo mi nombre y el de un compañero, teníamos que subir a las oficinas a hablar con los directivos, yo era consciente de que mi rendimiento había bajado, pero no esperaba lo que ocurrió, ale, Carta de Libertad y a casita... No influyó sólo en mi salud sino sobretodo en cuanto a lo psíquico el tabaco hizo que mi rendimiento bajara mucho y como consecuencia, lo dicho.
De golpe y porrazo me vi, con mi madre enfadada ( con toda la razón del mundo), mi corazón roto en pedazos y fuera del equipo de mis sueños. Tres de los pilares que sostenían mi vida se habían desplomado ante mis ojos, y lo peor de todo, sabía cual era el causante de todo y no podía poner remedio.
Por suerte, aún no se muy bien como pude salir, pero salí de aquella horrible situación. Tomé una drástica decisión, y no es fácil estando prácticamente solo, no volvería a pisar el fatídico Parque de las Cruces , mis amigos y amigas me llamaban por teléfono, al portero de casa, pero no quería bajar...
Por último, una llamada telefónica me dio el empujón que necesitaba, era un Club de fútbol, en el Getafe se habían enterado de mi baja, y me llamaban para ir a entrenar con ellos. Finalmente me ficharon.
Yo tuve la enorme suerte de parar a tiempode poder poner en la balanza los pros ( si es que los tuviera) y los contra ( que os aseguro que los tiene), y todo tuvo un final feliz.

Por cierto, hoy, a falta de poco más de una semana para soplar los 21 en la tarta, no se ha cumplido mi sueño de ser futbolista de 1º División con el Atlético de Madrid, aunque disfruto jugando en un equipo de la Preferente Madrileña, el tema de Lydia, bueno, volvimos a tener una amistad pero nada más allá de eso, pero lo más importante es que recuperé a mis amigos que lógicamente me aceptaban tal y como era, con o sin humos, pero sin duda, recuperé a mi madre, mi mayor apoyo y a mi familia, a los que amo con locura, y estamos más felices que unas perdices.
Mi historia tiene una final muy feliz, porque yo pude escapar de las manos de ese inofensivo cigarro para muchos, asesino para más, porque si te enredas en sus fauces te será difícil salir de ellas, te consume poco a poco y sin darte cuenta estas actuando en contra de tu salud tanto física como psíquica.

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